Una estancia prolongada en Francia permite sumergirse por completo en su cultura, dominar el idioma francés y descubrir los aspectos únicos del estilo de vida a la francesa.
Esto incluye disfrutar de las comidas familiares, la importancia de la gastronomía, el ocio como el café en la terraza y la forma en que los franceses valoran las artes, la literatura y otras formas de expresión cultural.
Con alrededor de 300 millones de hablantes en los cinco continentes, el francés es uno de los idiomas más hablados del mundo. Es el idioma oficial o administrativo en muchos países e instituciones internacionales, como las Naciones Unidas, la Unión Europea, la OTAN y la Cruz Roja.
El francés abre muchas puertas y enriquece tanto a nivel personal como profesional. Al aprender este idioma, se desarrolla una mayor apertura mental y una capacidad para comprender otras formas de pensar, facilitando la integración en la diversidad cultural de la francofonía. Además, es un idioma de prestigio, con una rica historia y valores universales, que puede acercarte a millones de personas en todo el mundo, ofreciéndote una visión más amplia y matizada de nuestro mundo globalizado.
La cultura francesa es rica, variada y profundamente influenciada por su historia, geografía y valores. En el ámbito gastronómico, Francia es mundialmente reconocida por su cocina refinada y diversa. Cada región tiene sus especialidades, desde la bouillabaisse de Marsella hasta el foie gras del suroeste, sin olvidar el queso y el vino, elementos imprescindibles de la cultura culinaria francesa.
A través de su gastronomía, pero también de sus artes, su moda, sus valores humanistas y su gusto por la belleza en lo cotidiano, podemos decir que Francia encarna un arte de vivir único y acogedor.